El elemento agua encarna la estación del invierno en la que se recolectan y reponen las reservas. Es en invierno cuando uno debe relajarse, descansar y fortalecerse. El elemento agua está conectado con la noción de poder, limpieza y versatilidad, ya que es el agua la que en última instancia permite que todo se mueva en el cuerpo.

El agua representa el intelecto y la sabiduría. Es flexible pero fuerte, fluido pero quieto, tranquilo pero peligroso. Para el Agua, la superficie es sólo el origen, y el verdadero movimiento se esconde en sus profundidades. Aquellos con el elemento Agua no son solitarios; sin embargo, disfrutan de su propia compañía y anhelan tiempo para la reflexión interior. Suelen ser tranquilos y serenos, pero tienen una gran capacidad para abrumar a los demás.